Autor: SoyJosefo

Encontraron el 113 de Calle Vieja. Entraron a la casa. Vacía. Luego escucharon un ruido.

Entraron. Se toparon con un dragón de pura raza, un cuidador, que invitó a Emma a ir a dar un paseo

Siguieron avanzando. Sintieron algunos temblores en la tierra, y de pronto, entre volcanes, se abrían grietas que se volvían a llenar de lava.

Entraron a la región de las Rocas Negras. No se veía nada. Lucas encendió las luces de Emma pero no sirvió de nada.

En la cabaña de Tur Tur comieron verduras y ensalada de frutas (era vegetariano, muy amigo de los animales).

Despertaron listos para continuar el viaje. De pronto vieron una enorme figura: Un gigante.

Era tanto el calor que comenzaron a ver espejismos, y eso hacía que no supieran con exactitud hacia donde dirigirse.

Emma estaba muy silenciosa. Lucas la revisó y concluyó que a Emma se le había roto un pistón.

«El valle del crepúsculo» era sombrío y más o menos del ancho de una calle con suelo de roca lisa, y a cada lado se alzaban altísimas rocas.

Viajaron todo el día sin interrupción hacia el valle del Crepúsculo