Autor: SoyJosefo

Al ejército de Demetrio se han sumado muchos federales. A sus hombres eso no les gusta, pero Demetrio manda.

Demetrio y unos pocos hombres seguían en «la batalla». Sólo que ahora llegaban a pueblos abandonados donde ni comida encontraban.

Demetrio tarareaba una tonada. Quería llegar a Lagos y ponerse una borrachera. El güero Margarito le decía que se iban a divertir.

Veían a los hombres trabajar. Preguntaron cuánto ganaban. Demasiado poco. Siempre hay alguien más penco en la sierra.

El Codorniz le decía a Pancracio que Luis le había dicho que por órdenes de Demetrio fueran por la Camila.

Despertó Luis Cervantes. Se dió cuenta que tenía los labios hinchados, la nariz dura y seca, y algo de sangre en las manos. Trató de hacer memoria.

Festejaban. Champaña y tequila. Hombres manchados de tierra, humo y sudor, platicaban su heroísmos.

Fallaron en su intento de tomar Zacatecas. Demetrio dijo que eso no era tan dificil.

Por la noche se dirigieron al pueblo para atacar a los federales cuando menos lo esperaban.

Demetrio había tenido que volverse contra los federales por culpa de don Mónico, que lo acusó de Maderista.