Los de abajo – 2P – 13-14

Los de abajo – Mariano Azuela

(Notas personales)

SEGUNDA PARTE

 

13

«En la medianía del cuerpo
una daga me metió,
sin saber por qué
ni por qué sé yo…
Él sí lo sabía,
pero yo no…

Y de aquella herida mortal
mucha sangre me salió,
sin saber por qué
ni por qué sé yo…
Él sí lo sabía,
pero yo no.»

Demetrio tarareaba la tonada. Quería llegar a Lagos y ponerse una borrachera. El güero Margarito le decía que se iban a divertir.

Llegaron a Lagos. Se metieron a «El Cosmopolita». El güero tiro un balazo al piso, un buscapies. Se rieron del pobre a quien le pegó la bala en la pierna. Le dieron unos billetes.

Cuando Demetrio se quiso ir, le dijo al güero que pagara. El güero no tenía dinero. Hace un poco más
de destrozos en la barra y le dice al cantinero que se lo cobre a Villa.

En la calle preguntan por el barrio de las muchachas. Se topan con un tipo gordito, y sin más ni más, el güero lo hace bailar disparando al piso.

Demetrio los deja y se va al hotel, tarareando su canción.

 

14

En la estación del tren, una mujer acusa que un hombre decente le robó su petaca en la estación de Silao. La gente se indigna. Los hombres de Demetrio platican entre ellos de sus robos con orgullo. Llegan a Aguascalientes. Buscan comida en una fonda.

Natera le dice a Demetrio que ahora el pleito es de Villa contra Carranza. Le pregunta de qué lado se va a poner. Demetrio le dice que nomás le digan qué hacer y se acabó el cuento.

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