De la Tierra a la Luna – 21

De la Tierra a la Luna – Julio Verne

(Notas personales)

 

21. Como arregla un francés un desafío

Por la mañana, al cuarto de Ardan, llegó Maston tocando la puerta como loco. Ardan abrió y el secretario del Gun Club le dijo lo que había sucedido entre Barbicane y Nicholl y le pidió que lo acompañara al bosque para detener el duelo.

En el camino le dio los antecedentes de la rivalidad y le explicó como funcionaba el duelo: se internan al bosque y se buscan, se esconden se cazan, se matan. Barbarismo, pensó Ardan.

Llegando al bosque se toparon con un leñador y le preguntaron si había visto u oido algo. Sólo vio a un cazador pero hasta el momento no había escuchado nada. ¿Habrían llegado demasiado tarde?

Se internaron en el bosque y después de mucho tiempo, al no encontrar a ninguno, se imaginaron lo peor, cuando de pronto vieron a un hombre que liberaba un pajarillo de una fuerte telarana y le devolvía la libertad. Era Nicholl. Ardan lo felicitó y elogió su calidad humana. Le dijo que además tenía una propuesta para él y para Barbicane y que en cuanto lo encontraran se las haría saber. Nicholl dijo que de todos modos tenía que matar a Barbicane, a lo cual Matson dijo que en todo caso lo matara a él. Ardan les pidió que primero encontraran a Barbicane.

Siguieron buscando a Barbicane y lo encontraron tumbado enel suelo con lápiz y cuaderno. Había estado haciendo calculos para contrarestar el efecto de la repercusión al arrancar el proyectil. ¡Con agua!

Michel Ardan entonces resaltó las cualidades positivas de Barbicane y de Nicholl y les hizo ver que dos hombres con tanto genio no estaban hechos para meterse una bala en la cabeza.

Ya estando más tranquilos, Ardan hizo su propuesta: que Barbicane y Nicholl hicieran el viaje con él. Ambos aceptaron.

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