Al sur de la frontera, al oeste del sol – 5

Al sur de la frontera, al oeste del sol – Haruki Murakami

(Notas personales)

“Pasaba las horas imaginando la forma de reconciliarme con un Izumi o la forma de reencontrar Shimamoto. Pensaba en lo maravilloso que sería volver a verlas. Pero no hice nada para realizar ese sueño. Al fin y al cabo, eran dos seres que se habían perdido ya lejos de mi vida. Es imposible que el reloj avance en dirección contraria. Empecé a hablar a solas y a beber solo por las noches. También fue en esta época cuando me convencí de que jamás me casaría.”

En el primer año de universidad, Hajime fue a varias manifestaciones y se llegó a enfrentar a la policía. Lo que le enseñaban en clases le parecía absurdo y le aburría. Al terminar la universidad encontró empleo en una empresa de redacción y edición de libros de texto. También allí se aburría.

Su trabajo lo realizaba maquinalmente y evitaba salir con sus compañeros. En esa época tuvo algunas novias pero nada que lo emocionara.

Se encerró más en su propio mundo. Comer solo, pasear solo, ir al cine y a conciertos solo. A veces pensaba en Izumi y en Shimamoto.

Un par de años después de haber entrado en la empresa, salió en una cita doble. La chica que le presentaron cojeaba. Le recordó un poco a Shimamoto pero no le causó el mismo impacto. Ella estudiaba farmacia. Su familia tenía una farmacia y lo más probable es que ella se quedara en el negocio familiar. No se la pasaron mal, pero cuando su amigo le volvió a decir que salieran, Hajime se negó. Esos encuentros tienen como propósito encontrar pareja, y el no quería involucrarse sabiendo que podía lastimarla.