Visitar museos
Para muchas personas, visitar museos es algo aburrido. Se trata, desde su punto de vista, de ver objetos «fríos», en muchos casos «viejos», y tienes que «comportarte» (no tocar, no correr, no gritar, no flash, etc.)
En mi experiencia, y sí, aceptando los puntos en contra, he encontrado también por lo menos 3 puntos a favor de visitar museos como una excelente y disfrutable actividad.
1. Te entretienes
Las cosas que hay en un museo, si bien pueden tratarse de objetos «comunes» tienen algo que los distingue: pertenecieron a algún personaje histórico, son únicos, son diferentes, En este caso estoy pensando tal vez en un museo que presenta muebles o cosas por el estilo.
Pero si vemos que hay museos con esculturas, pinturas, cosas relacionadas con la naturaleza, arte moderno, otras culturas, etc. puedes tener la seguridad que es una forma de salir de la rutina y pasar un rato agradable.
2. Puedes aprender
También, si te das la oportunidad, puedes obtener información de eventos, culturas, técnicas, objetos, historias y mucho más. Tal vez a muchos, en la escuela la clase de Historia era tediosa, pero poder estar cerca de los objetos originales de batallas, construcciones, retratos, y tantas cosas, hace que puedas aprender con más gusto acerca de muchos eventos históricos interesantes.
3. Estimulan tu imaginación
Creo que esta parte es inevitable. Ir al museo, hace que nuestra imaginación vuele. El problema es que a veces la dejamos volar hacia el lado equivocado. Como vamos predispuestos a aburrirnos, encaminamos la imaginación a estar en otro lado, soñamos con estar en el cine, o en nuestra cama o con nuestros amigos.
Si usamos nuestra imaginación para tratar de crear escenas relacionadas con la exposición del museo, te darás cuenta que el tiempo invertido (y el dinero, si es que hay costo de entrada) valen totalmente la pena.
Y tú, ¿cuándo y a cuál fue el último museo que visitaste? ¿Y para cuándo realizarás tu próxima visita?