Transmitiendo emociones
Tener un mensaje bien estructurado es la base de la buena comunicación. Pero no lo es todo. Hay por lo menos otros 3 elementos que te pueden ayudar a tener un mejor impacto: la voz, el cuerpo, y las emociones.
Aquí vamos a hablar de las emociones.
Muchas veces, para hablar en público, vender, o simplemente al conversar, se nos recomienda «No te pongas nervios@». Por alguna razón que nunca he llegado a descubrir, hacemos una generalización de ese consejo, y lo que con el paso del tiempo terminamos haciendo es «No demostrar nuestros sentimientos».
Y esto es muy interesante, porque las emociones son parte esencial de la naturaleza humana y de la comunicación. Una cosas es «no ponerse nerviosos» y otra muy distinta es «no mostrar emociones». Cuando tu estás preparado para decir lo que quieres decir, dejarás de ponerte nervios@; no tendrás que fingir u ocultar lo que sientes. No serás tienes que ser de cartón o de piedra o un robot.
Al contrario, cuando conoces tus emociones, puedes enfatizar de mil maneras tus mensajes y establecer una conexión más profunda y personal con tus interlocutores, más allá de la parte intelectual.