¿Quién se ha llevado mi pluma de 4 tintas?

I

Hoy no salí de mi casa. Me levanté temprano sin dificultad, antes de las 7.  Hice ejercicio, me bañé, me arreglé y desayuné. Podría haber salido de casa, pero me quedé. Me espero / no voy a marcharme.

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II

La pluma de 4 tintas.

Comencé a usar plumas de 4 tintas hace unos 15 años. Tomé un curso de aprendizaje acelerado y para el tema de mapas mentales, era necesario tener siempre colores a la mano. Compré una cajita de 12 colores y un sacapuntas. En menos de una semana ya había perdido más de la mitad de los colores… y también el sacapuntas. Así que un día fui nuevamente a la papelería a comprar otro sacapuntas. En el camino, pensé que también debería comprar otra cajita de colores. Entré a la papelería, y al salir, no llevaba sacapuntas ni cajita de colores: compré una pluma de 4 tintas.

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III

Continuación de I

Durante la mañana estuve trabajando algunas cosas en redes sociales. Cuando trabajo cosas en redes sociales, aprovecho también para «socializar» un poco: en twitter, en Facebook. Hacer comentarios, contestar comentarios. Leer sobre temas de actualidad, leer contenidos de humor. Hoy no encontré nada de gran interés. Lo de siempre.

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IV

Continuación de II

Me gusta mucho usar mi pluma de 4 tintas porque le quita la monotonía visual a las cosas que escribo o dibujo. No tengo nada en contra de la monotonía. De hecho, a veces tengo la sensación de que aunque use la pluma de 4 tintas, lo que escribo o dibujo sigue siendo monótono… pero a color.

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V

Comida tradicional

Para comer, me preparé un par de tortas de huevo con salchicha. Vale aclarar que la salchicha no la revuelvo con el huevo: preparo el huevo solo, y después la pongo junto con la salchicha en la telera. Tenía antojo de rajitas de chile. No había.

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VI

Me gusta la tinta verde

No sé por qué. No podría decir, en general, que el verde sea mi color favorito. El azul sí es mi color favorito. El verde no. Pero la tinta verde me gusta mucho. De cualquier forma, cuando uso mi pluma de 4 colores, trato de usar los 4 colores de forma más o menos equilibrada.

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VII

Continuación de V

Después de comer hice un poco de todo en la casa: levanté algunas cosas tiradas, acomodé algunas otras mal puestas, lavé trastes envié un par de correos, y estuve otro rato en redes sociales, ya sin trabajar, nada más pasando un poco el rato.

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 *¿Dónde habré dejado mi pluma de 4 tintas? *

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VIII

«Milagro» (versión sarcástica)

Un poco más tarde intenté leer y tomar café, y logré leer y tomar café.

Me explico en esto de «intentar y lograr»: desde hace mucho años, cuando quiero leer, algo y me meto a alguna cafetería o restaurant, pido café y leo. Muy a gusto. En otras ocasiones que he querido leer en casa, simplemente no había podido: abría el libro y me quedaba mirando fíjamente las páginas y las palabras , pero no se establecía ninguna conexión con el cerebro. Sumado a lo anterior, en mi casa hay mucho silencio, por lo que cualquier sonido – y por cualquier sonido me refiero verdaderamente a cualquier de los pocos sonidos que se llegan a escuchar (un pájaro que llega a la ventana, el motor de un coche que pasa a lo lejos, el portón de la vecina al abrir, por poner algunos ejemplos) – me distraen, y por eso no leo en mi casa.

O no podía. Hoy sí pude. 4 páginas de «Chacal» de Forsyth, 4 de «Ojos en la sombra» de Jaime Muñoz, y 2 poemas breves de Jaime Moreno, en «La estrella imbécil».

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IX

*no hay IX*

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X

Yo sí. Tú no.

Mi pluma de 4 tintas también me gusta porque puedo estar haciendo «clic clic clic» cuando hago pausas para pensar qué más escribir o qué más dibujar.

Cuando estudiaba la carrera, me desesperaba que la gente – e incluso yo – jugara con las plumas haciendo clics o tamborileando sobre las mesas. También me desesperaban otras cosas, pero no son parte de este asunto.

Ahora me gusta hacer clics, pero no sé si me ha dejado de molestar si lo hiciera otra persona. Sigo pensando que no.

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EPÍLOGO

Ahora son poco más de las 7:30 de la noche. No encontré mi pluma de 4 tintas – aunque tampoco la busqué con mucho afán – y sólo tengo a la mano una pluma de tinta azul que usaré para hacer este ejercicio de escritura. Que la monotonía me acompañe. Tú como piedra preciosa / como divina joya.