Mi culpa es mía
La culpa es un estado afectivo en el que la persona experimenta conflicto por haber hecho algo que cree no debió haber cometido (o de manera contraria, por no haber hecho algo que la persona cree debió hacer).
Yo estoy experimentando ese estado de culpa. Hay algo que creo que debí hacer (porque así me comprometí): escribir por lo menos una entrada diaria en este blog. Lo había estado haciendo bien durante el mes de septiembre y a principios de octubre, pero ahora (hasta antes de escribir esta entrada) ya iban 4 días que no escribía. Tache para mí.
No soy mucho de sentir culpa: trato de identificar con prontitud mis acciones u omisiones erróneas y corregirlas. No soy perfecto y nadie es perfecto. No estamos extentos de errores, pero si vamos a sentirnos culpables cada vez que cometamos uno, viviríamos apesumbrados bajo el agobio de la culpa. Pero bueno, hay quienes así viven.
Me parece que es una carga innecesaria. No se trata de evadir responsabilidad: se trata, por el contrario, de hacerse responsable de lo que a uno corresponde conforme a los compromisos contraídos (con terceros o consigo mismo).