La guerra y la paz

Así comienza «La guerra y la paz» de Leo Tolstoi

PRIMERA PARTE

I

Bien. Desde ahora, Génova y Lucca no son más que haciendas, dominios de la familia
Bonaparte. No. Le garantizo a usted que si no me dice que estamos en guerra, si quiere atenuar aún todas las infamias, todas las atrocidades de este Anticristo (de buena fe, creo que lo es), no querré saber nada de usted, no le consideraré amigo mío ni será nunca más el esclavo fiel que usted dice. Bien, buenos días, buenos días. Veo que le atemorizo. Siéntese y hablemos.

Así hablaba, en julio de 1805, Ana Pavlovna Scherer…