El abismo colgado en un gancho dentro del ropero

Hace frío. Del cajón, voy a sacar el vacío que dejaste y a usarlo como bufanda. Tiene bordadas tus iniciales; huele a orégano y sábila; duele… sin remedio, sin motivo, sin palabras, sin ti.

Escribiré «te amo» en una piedra, y en otra y en otra, para que esas palabras no se las lleve el viento. Pero sólo son las palabras. Si tuviera que decirte la verdad, no te amo.

Caminar del punto A al punto B al punto C, que bien podrían ser los puntos J, R y W, o X, Q y F. Todo es tan arbitrario. Por eso camino sin rumbo. Para no obligar a los lugares a ser puntos que no son.

Si me preguntaras cuales fueron los 3 momentos cruciales del día en que nos conocimos, te diría que fueron éstos: 1) cuando me machuqué el pulgar cerrando la puerta del coche, hace 17 años; 2) el día que renuncié a aquel trabajo en donde iban a ascenderme de puesto, hace 9 o 10 años; y 3) dentro de 2 o 9 años, cuando no sé aún que va a pasar.

Mi vida ha sido un día muy largo. Todavía no termino de conocerte.