Reglas de oro
Existen 7 reglas de oro que resultan inmensamente útiles para establecer objetivos. Estas reglas aplican de igual forma a objetivos personales o profesionales.
1. El objetivo debe ser expresado en positivo.
Al establecer un objetivo es muy común pensar en lo que no se quiere. De esta forma, nuestra mente se centra en ideas asociadas con ese contenido “negativo”.
Cuando defines lo que sí quieres, todos tus sentidos se vuelven más receptivos a los estímulos y recursos para lograrlo.
2. El objetivo tiene que ser específico.
Puedes utilizar referencias cuantitativas o sensoriales para definir tu objetivo
Cuantitativas: ¿cuánto?, ¿cuándo?
Cualitativas: ¿cómo se ve? ¿qué se escucha? ¿cómo se siente?
3. Define la evidencia del logro de tu objetivo.
Para medir tu avance hacia el objetivo, puedes tomar dos referencias (juntas o por separado)
– Con relación a ti mismo.
Evalúas tu rendimiento inicial. Más adelante lo vuelves a evaluar y comparas cuanto has mejorado.
– Con relación a otra persona.
Además de evaluar tu desempeño, debes comparar tus resultados con los resultados de otras personas. Esto es especialmente aplicable en entornos competitivos (ej: deportistas, vendedores)
Es necesario también determinar la frecuencia de las evaluaciones, con la finalidad de tener tiempo de tomar acciones correctivas.
4. Organiza tus recursos.
Tus recursos, utilizados en el momento adecuado, pueden marcar la diferencia en el logro de tus objetivos. Es muy importante saber con que recursos cuentas al inicio de tu proceso de mejora, ya que así te será más sencillo aprovecharlos, e incluso, incorporar nuevos recursos.
Entres tus recursos puedes tener Objetos, Personas, Tiempo, Modelos, Cualidades personales, etc.
5. Sé proactivo.
La persona responsable de lograr tus objetivos eres TÚ. No el coach. No tu jefe. No tus padres. No tu pareja. TÚ.
Tu verbo de acción favorito debe ser el “HACER”. “Hice esto”… “Hice aquello”
Es más fácil avanzar corrigiendo posibles errores, que no haciendo nada.
6. Presta atención a las consecuencias más amplias.
Esto se refiere al “precio” por lograr algo. Generalmente, lograr objetivos importantes implica hacer sacrificios importantes.
Y por lo tanto es vital que estés seguro que estás dispuesto a asumir las posibles consecuencias de lo que vas a hacer.
7. Prepara un plan de acción
El plan de acción es el mapa de tu viaje. Qué acciones vas a realizar primero y cuáles después. En qué momentos utilizaras ciertos recursos. En qué momento evaluarás tus avances.
El plan de acción da coherencia a todos tus esfuerzos para lograr lo que te propusiste.
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