Al sur de la frontera, al oeste del sol – 6

Al sur de la frontera, al oeste del sol – Haruki Murakami

(Notas personales

A los 28, Hajimi tuvo un rara experiencia con una mujer coja.

Caminando, vio a una mujer que cojeaba de manera idéntica a Shimamoto. Ella vestía elegante y usaba gafas de sol. Comenzó a caminar detrás de ella, a cierta distancia. La siguió durante unos 40 minutos, tiempo en el que la mujer jamás lo volteo a ver de forma sospechosa.

Ella entró en un café. Él dejo pasar unos minutos y entró también. Ella fue a hacer una llamada telefónica. Él pensaba si debía acercarse a ella y preguntarle si era la señora Shimamoto, pero no lo hizo. Ella volvíó a su mesa.

Pasaron 15 minutos y de forma repentina, la mujer se levantó, pagó su cuenta y salió. Hajimi hizo lo mismo. Ella detuvo un taxi y en ese momento él, finalmente, decidió preguntarle, pero un hombre lo detuvo, sujetándole del codo con firmeza. “Tomemos un café”, le dijo. Un poco por temor pero también por curiosidad, Hajimi no se negó.

Se sentaron frente a frente. El hombre preguntó por qué seguía a la mujer. El hombre dijo que sabía que la había seguido. Hajimi no decía nada. El hombre dijo que no quería problemas pero que no lo volviera a hacer. Luego sobre la mesa le acercó un sobre, se levantó, pagó la cuenta y se fue.

En el sobre había cien mil yenes. Esa noche Hajimi puso el sobre dentro de su escritorio y allí los dejó como evidencia de que la anécdota sucedió